5 razones para planificar unas vacaciones en bicicleta
Te lo vamos a decir claramente: por lo menos una vez en la vida todo el mundo debería vivir la experiencia de planificar unas vacaciones en bicicleta.
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Sea cual sea la forma de la que hayas llegado, nuestra responsabilidad ahora es convencerte de que sí, las vacaciones ciclistas son una forma especial y única de vivir un destino.
Para no extendernos demasiado te daremos 5 razones para planificar tus vacaciones en bicicleta, pero en realidad te podríamos dar aproximadamente unas 300 razones. Bueno, quizá nos hayamos venido arriba, pero más de 5 razones seguro que te podemos dar.
Las razones que te llevarán al siguiente paso, el de reservar…
- Las vacaciones en bicicleta están hechas para todos los públicos.
- Descubres el destino de forma flexible y con libertad.
- Te da la posibilidad de integrarte en la cultura ciclista del destino.
- Puedes hacer recorridos largos y visitar multitud de lugares.
- Tu forma de viajar es sostenible.
1. Las vacaciones en bicicleta están hechas para todos los públicos
Se tiende a pensar que planificar unas vacaciones ciclistas está solo al alcance de unos pocos, que es terreno exclusivo de los que se pasan los fines de semana rodando por su localidad y gastando millonadas en mejorar su bicicleta.
Al contrario de esta idea, la ventaja de un viaje ciclista es que tiene multitud de formas de planificarse. Podemos optar por hacer rutas más asequibles o más complejas. Podemos decidir entre rodar cada día o hacerlo de forma alterna con otras actividades. Podemos hacer recorridos muy largos o optar por dedicar a la bicicleta una franja breve de nuestro día.
También el con quién vamos a planificar nuestras vacaciones influye: podemos apostar por unas vacaciones ciclistas en familia con rutas más asequibles, viajar con nuestra grupeta, hacerlo en pareja, con desconocidos, en solitario…
En este sentido, ¿qué hay mejor que irnos con nuestros amigos a participar en alguna cicloturista de renombre y después recordarlo durante años? En Mallorca tienes la Mallorca 312 (una de las más multitudinarias del mundo), en Gran Canaria el Desafío La Titánica, en Tarragona La Mussara…
¿Te lo imaginas?
Sea como fuere, siempre podrás encontrar la fórmula que mejor se adapte a tus necesidades. Por ejemplo, si no eres un gran experto ciclista siempre puedes optar la realización de tours guiados en bicicleta.
Otro aspecto que ha facilitado que el ciclismo sea cada vez más accesible ha sido la aparición de las e-bikes, que podrás alquilar fácilmente en los principales destinos cicloturistas.
2. Descubres el destino de forma flexible y con libertad
Además de ser accesibles para todos los públicos, las vacaciones ciclistas son una forma bastante flexible de conocer un lugar. Cuando realizas una ruta no necesariamente te pararás en aquellos lugares que salen en las guías como visita obligada, sino que lo harás en aquellos que te llamen verdaderamente la atención.
Tampoco dependerás de las restricciones de acceso para vehículos que pueda haber o de la posibilidad de aparcar, algo que puede suceder en algunos de los puertos de montaña icónicos. Por ejemplo, el Faro de Formentor de Mallorca restringe el acceso a vehículos a motor durante varios meses al año.
También, si optas por conocer una ciudad a través del ciclismo urbano tendrás más facilidad para recorrerla y de pararte cómodamente allí donde quieras. Hay que tener en cuenta que, sobre todo en el caso de las grandes ciudades, las restricciones de acceso en coche han ido creciendo con el paso de los años, y la bicicleta es un buen modo de acceder a todos los lugares más recónditos de la urbe.
La libertad que te da la bicicleta tiene que ver también con el hecho de que no estás condicionado por horarios de transporte. Tú decides cuándo empezar tu ruta y cuándo terminarla, dónde quieres descansar y dónde no. Cuándo te apetece comer y cuándo te apetece seguir rodando.
3. Te da la posibilidad de integrarte en la cultura ciclista del destino
Sea cual sea tu condición, desde el momento en el que te subes a la bicicleta para hacer una ruta en el destino escogido eres un ciclista a todas luces.
Eso significa que la mirada con la que verás todo lo que verás a tu alrededor se modifica significativamente. Te fijarás en detalles que de otro modo pasarían bastante desapercibidos. Dicen que el ejercicio físico estimula nuestro pensamiento y se convierte en una fuente de ideas que recorren nuestro cerebro. Podría ser por ese motivo por el que, al combinar bicicleta y viaje, veamos y sintamos mucho más lo que envuelve el lugar que visitamos.
Fíjate si no en las miradas de la gente que conquista un puerto de montaña en bicicleta en comparación con el turista que sube hasta el lugar en coche. Mientras unos estarán más preocupados por hacerse la foto de rigor, los que han hecho el esfuerzo físico llevan consigo una sonrisa de oreja a oreja mientras respiran aceleradamente contemplando el paisaje que los envuelve. También se harán la foto de rigor, pero cuando estén un poco más descansados.
Te sientes, además, acompañado. Ese cruce de saludos con todo ciclista que encuentres por el camino, un gesto de cabeza breve y una sonrisa con la que transmites tantas cosas: esto de ir en bici está genial, qué pasada de ruta, llevo 100 kilómetros y ojalá pudiera recorrer muchos más, por qué no se me ocurrió esto antes.
Y los coffe stops, qué unidos nos sentimos cuando invadimos una cafetería sonoramente con el claqueteo de las calas, nuestras gafas horteras y los maillots de colores…
Si te animas a ir en bicicleta en tu próximo viaje, pasarás automáticamente a ser uno di noi.
4. Puedes hacer recorridos largos y visitar multitud de lugares
Sobre todo si escoges hacer un viaje ciclista utilizando una bici de carretera, la posibilidad de realizar recorridos de larga distancia es relativamente sencilla incluso sin ser un super deportista de élite.
Este hecho hace que puedas visitar muchos más puntos de interés de los que te imaginas. Desde lugares históricos a miradores, pasando por pastelerías, bodegas, coffe stops o restaurantes, todo estará a tu alcance si te mueves en bicicleta.
Y piensa: si te mueves sobre las dos ruedas, harás más kilómetros a lo largo del día, verás más puntos de interés y, sobre todo, llegarás al restaurante en el que comas o cenes con mucho más hambre… ¡La de calorías que se pueden quemar en unas vacaciones en bicicleta!
5. Tu forma de viajar es sostenible
Planificar unas vacaciones ciclistas es una forma responsable de viajar. Moviéndote en bicicleta por tu destino favorito el impacto ambiental se reduce al mínimo posible. Además, muchas veces la estacionalidad en la que se suelen planificar las vacaciones ciclistas en un destino suele coincidir con temporadas de baja ocupación, algo que contribuye a que no se produzcan problemas de gentrificación.
Por ahora, a no ser que Elon Musk consiga lo contrario, solo tenemos un planeta que habitar y que disfrutar. Y viajar de forma responsable empieza a ser una condición que debería recaer en nuestras conciencias a la hora de pensar en nuestro siguiente destino.
Y hasta aquí los 5 motivos por los que debes realizar tu próximo viaje en clave ciclista. Y por si no lo sabías, nosotros te podemos ayudar con la elección de alojamientos, buscando la bici ideal o escogiendo las rutas que vas a disfrutar en tu destino ciclista.
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