5 tips para sobrevivir a los puertos de montaña
La psicología mental, una posición adecuada, un desarrollo cómodo y aligerar algunas piezas de tu bicicleta pueden ser la clave en la consecución de las pendientes ciclistas.
Las pendientes están de moda, y cuanto más empinadas mejor. Esta tendencia de subir cuestas infernales se ha observado mucho en los retos ciclistas de los últimos tiempos. Los puertos de montaña han pasado a ser una parte esencial del ciclismo, por ello hoy te traemos 5 consejos para que los afrontes con más amor que odio:
- Tu peso SÍ influye. Cuanto más ligero seas más rápido subirás
- Creéte el p*** amo. Tu mente juega un papel fundamental
- Utiliza un desarrollo cómodo. No vayas atrancado
- Mantente sentado la mayor parte del tiempo
- Aligera tu bici. Reduce el peso de las partes móviles
1. Tu peso SÍ influye. Cuanto más ligero seas más rápido subirás
La fuerza de la gravedad con la que luchamos al subir una cuesta se ve afectada por dos factores: la pendiente y el peso. Cuanta más pendiente y más peso haya que mover, más fuerza tendremos que hacer (“toma clase de física”).
2. Creéte el p*** amo. Tu mente juega un papel fundamental
La fortaleza mental es tanto o más importante que el estado de forma. Has de estar mentalizado para dar el máximo de ti y aguantar el enorme sufrimiento que provocan estas cuestas del diablo. Una actitud positiva y una inmensa fuerza de voluntad te llevarán a conseguir tu objetivo.
Recuerda que la fortaleza mental no es un don y tampoco es hereditaria, se desarrolla como cualquier otra habilidad en la vida.
3. Utiliza un desarrollo cómodo. No vayas atrancado
Si abusamos de una cadencia demasiado alta lo único que conseguiremos será llevar una posición súper incómoda sobre la bici, además de subir asfixiados, con el pulso por las nubes y respirando como pez fuera del agua.
Nuestro consejo es que trates de encontrar una buena cadencia dentro de tus limitaciones personales y que mantengas una posición cómoda sobre tu bicicleta. En resumen, no te creas Miguel Induráin en tus primeros puertos de montaña.
4. Mantente sentado la mayor parte del tiempo
Al ponernos de pie involucramos a más músculos, por lo que obtenemos más potencia pero durante menos tiempo. Si la subida es larga, te aconsejamos que mantengas tu culo pegado al sillín la mayor parte del tiempo para conservar tus músculos lo más “frescos” posibles, y solo te pongas de pie puntualmente para relajar la musculatura.
5. Aligera tu bici. Reduce el peso de las partes móviles
Las ruedas son el elemento que más influye tanto en el rendimiento como en el peso de tu bicicleta. Si dispones de presupuesto, una buena inversión es cambiar los neumáticos de tu “flaca” (lo sabemos, esta jerga ciclista suena casi tan cool como Paris Hilton). Invertir en unos buenos neumáticos es ganar en comodidad, rapidez y seguridad. También puedes reducir el peso del manillar, los pedales, del sillín o del cuadro, aunque esto dependerá de lo lleno o vacío que esté tu bolsillo.
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